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Raquel Pulido

¿Nos podrías hacer un breve resumen de tu trayectoria como profesional del damasquinado?
Comencé a interesarme por el Damasquinado hace unos ocho años fue en 2016 cuando empecé a formarme para poder vivir de ello en un futuro.

¿Quién o qué influyó en tu decisión de dedicarte a esta profesión?
En mi familia siempre hemos tenido gran interés por cualquier técnica artística, fue mi hermano el que primero se interesó por esta preciosa profesión, así que viendo como era su evolución de la mano del Maestro Don Jesús Pardo, comencé a mostrar cada vez mas interés por aprenderlo.

¿A qué maestro o centro acudiste en tus comienzos para empezar a formarte como artesano damasquinador?
Mis maestros han sido Don Jesús Pardo que me enseñó a ser perfeccionista y a no cesar nunca en el empeño de aprender y mi hermano Juan Pulido, quien a día de hoy sigue apoyando y prestándome toda su ayuda.

Qué echaste más en falta en los inicios de tu formación: ¿centros de formación especializada, una formación teórico práctica eficaz, la posibilidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos en empresas del sector, otros?

En mi caso mi formación considero que fue muy completa, gracias a la dedicación de mi maestro Don Jesús Pardo; pero he de reconocer que no es fácil encontrar buenos maestros que accedan a mostrar sus conocimientos, es algo que se suele aprender de padres a hijos, pero no hay centros como tal que ofrezcan la posibilidad de enseñar este oficio.
Igualmente una vez adquieres los conocimientos necesarios para poder trabajar de ello, no es fácil acceder a un puesto de trabajo.

 

 

¿A qué atribuyes la falta de vocación de los jóvenes a la práctica del damasquinado?

En primer lugar, yo misma no me habría interesado por ello si no lo hubiese visto trabajar, puesto que desgraciadamente estamos acostumbrados a ver piezas hechas a máquina en las tiendas que nada tienen que ver con las maravillas que se pueden llegar a realizar. En segundo lugar, como comentaba anteriormente no existe un lugar donde tu puedas ir a formarte, si no que debes encontrar a un maestro (de los que ya existen pocos) que se preste a ello y saber que serán años de dedicación y aprendizaje antes de poder sacar un beneficio económico de ello.
En tercer lugar, las herramientas que se utilizan al igual que los materiales, como puede ser el oro, no son ni económicos ni fáciles de encontrar y puesto que se trata de una gran inversión, no hay mucha gente que se atreva a realizarla.

¿Qué consideras debería hacerse para estimular el interés de las nuevas generaciones hacia el damasquinado?
En mi opinión debería facilitarse la formación, bien en forma de cursos o talleres, enseñando así el verdadero damasquinado y lo que realmente puede ser una profesión con la que ganarse la vida.
También creo que es hora de modernizarlo y darle un aspecto mas atractivo de cara a un público mas joven, puesto que hasta la fecha, al hablar de damasquinado la mayoría de las personas lo ven como algo anticuado y no ven las infinitas posibilidades que este ofrece.

¿Cómo ves la evolución habida en los estilos tradicionales utilizados en el damasquinado de los diferentes objetos que se producen en la actualidad?
Sinceramente, creo que hemos evolucionado poco y es por ello la falta de interés que eso genera.

¿Consideras que hoy en día las piezas damasquinadas gozan del interés y deseo de posesión del comprador español? ¿Y del turismo extranjero?
En cuanto al turista Español, no, no lo creo. Pienso que no se le da la importancia, ni se valora el trabajo como debería, es una pena que un trabajo totalmente artesanal en el que se utilizan metales nobles como el oro y la plata y se emplean horas en su diseño se haya desvalorizado hasta el punto de convertirlo en un mero souvenir, com quien compra un imán de nevera.
En el caso del turismo extranjero, no se si por cultura o por mentalidad pero si muestran mas interés por conocer su procedencia y elaboración y no dudan en valorar una buena pieza damasquinada.

¿Qué crees se debería hacer para conseguir una mayor difusión y deseabilidad de piezas damasquinadas para el comprador español? ¿Y en el dirigido al turismo?
Creo que deberían publicitarse de alguna manera mediante exposiciones o talleres, mostrar el trabajo que realmente lleva una pieza damasquinada, que no se trata de “pegar” oro como muchos se piensan, si no que es un trabajo que requiere gran dedicación y precisión, quizás así la gente lo valoraría mucho mas.

Tradicionalmente, aparte de las distintas piezas decorativas utilizadas en los hogares: platos, cofres, ánforas, relojes …, se utilizaban para uso personal: pitilleras, bastones,
pendientes, colgantes, sortijas, pulseras, ¿qué tipo de objetos damasquinados consideras que podrían hoy formar parte de una oferta de interés en el mercado en general?
Una de las ventajas del damasquinado es que solo necesitamos una base de hierro para poder trabajarlo, es por ello que se podría trabajar cualquier objeto imaginable siendo de este material, las posibilidades son infinitas.

Finalmente, dinos, ¿crees que existe la voluntad en las distintas administraciones: comunitaria, municipal y territorial de aunar esfuerzos para conseguir que el arte del damasquinado sea declarado en una primera instancia “Bien de Interés Cultural”, para luego lograr, como ya hicieron en Talavera de la Reina con la cerámica, su declaración como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” por la UNESCO?

Quizás si se muestre algo de interés por su parte, pero está claro que son pasos pequeños y lentos con los que dudo se consiga gran cosa. Quizá deberían aunarse con los artesanos y así hacer fuerza para lograr este objetivo, porque para mí hablar de Toledo es hablar del Damasquinado, al igual que al hablar de Talavera lo es de su cerámica.